La decisión de iniciar un tratamiento de ortodoncia es un paso importante para lograr una sonrisa saludable y alineada. Una de las preguntas más comunes entre nuestros pacientes en la Clínica Paula Vidal es cuándo es el mejor momento para empezar este tratamiento, especialmente cuando se trata de niños y adolescentes. Aquí te explicamos por qué el verano puede ser la opción ideal y por qué septiembre, con el inicio del año escolar, puede presentar más desafíos.
Ventajas de comenzar la ortodoncia en verano
- Más tiempo para adaptarse: El tratamiento de ortodoncia, ya sea con brackets tradicionales o alineadores invisibles, requiere un período de adaptación. Durante el verano, los niños y adolescentes tienen más tiempo libre y menos estrés, lo que facilita este proceso. Pueden acostumbrarse a la nueva sensación en sus dientes sin la presión de las tareas escolares y las actividades extracurriculares.
- Disponibilidad de citas: Durante el verano, las clínicas dentales suelen tener más disponibilidad para citas. Esto significa que puedes programar las visitas iniciales y cualquier ajuste necesario sin las restricciones del horario escolar. Además, es más fácil coordinar las citas para revisiones periódicas sin interferir con el calendario escolar.
- Menos compromisos sociales y académicos: El verano es una época en la que los compromisos sociales y académicos son menos intensos. Esto permite a los pacientes centrarse en su tratamiento de ortodoncia sin preocuparse por perder clases o actividades importantes. También reduce el estrés asociado con la adaptación a los nuevos aparatos dentales.
- Preparación para el nuevo curso escolar: Al comenzar el tratamiento en verano, los niños y adolescentes pueden llegar al inicio del año escolar ya acostumbrados a sus aparatos. Esto les permite iniciar el curso con confianza, sin tener que preocuparse por los comentarios de sus compañeros o por la incomodidad inicial que pueden causar los nuevos aparatos.
Desafíos de comenzar la ortodoncia en septiembre
- Mayor carga académica: Septiembre marca el inicio del nuevo año escolar, y con él, llegan las tareas, los exámenes y las actividades extracurriculares. Iniciar un tratamiento de ortodoncia en este momento puede añadir una capa adicional de estrés y complicaciones a la ya cargada agenda de los estudiantes.
- Disponibilidad limitada: Con el comienzo del curso escolar, las tardes y fines de semana se llenan rápidamente con actividades y compromisos. Esto puede dificultar la programación de citas de ortodoncia, especialmente las revisiones periódicas que son cruciales para el éxito del tratamiento.
- Adaptación más difícil: Adaptarse a los aparatos de ortodoncia puede ser más complicado durante el año escolar. La incomodidad inicial y los ajustes necesarios pueden interferir con la concentración en clase y la participación en actividades deportivas y sociales.
- Interrupciones en el rendimiento escolar: Los primeros días con aparatos de ortodoncia pueden ser incómodos y, a veces, dolorosos. Esto puede afectar el rendimiento escolar y la participación en actividades durante las primeras semanas del tratamiento.
Nuestro consejo: ¡Comienza en verano!
Dada la flexibilidad y el tiempo de adaptación que ofrece el verano, en la Clínica Paula Vidal recomendamos considerar este período para iniciar el tratamiento de ortodoncia. Comenzar en verano permite a los pacientes adaptarse con mayor comodidad y menos distracciones, asegurando una transición más suave y un inicio de curso escolar con menos preocupaciones.
No esperes a que el estrés del nuevo año escolar complique el proceso. Aprovecha las ventajas que ofrece el verano y comienza el camino hacia una sonrisa perfecta con tranquilidad y tiempo suficiente para adaptarte. ¡Te esperamos en la Clínica Paula Vidal para ayudarte a lograr la mejor versión de tu sonrisa!