Cuando nuestra profesión es más vocacional que nunca, quiero celebrar con vosotros el día del odontológo.
Si, y digo más vocacional que nunca, porque aunque la gente o los pacientes no se den cuenta, ser odontólogo implica trabajar muchas horas. Son muchas horas delante de los pacientes y muchas horas sin ellos también. La planificación y el estudio de los casos lleva tiempo. La formación continuada a la que nos encanta asistir, ya que nuestro sector avanza a la velocidad del rayo y ninguno de nosotros estamos dispuestos a no saber y dominar las nuevas técnicas…también supone quitarnos horas de descanso.
Vocación que sientes, cuando estas en casa y no puedes dejar de pensar en cómo vas a tratar a ese paciente que acabas de ver, o cómo vas a intentar mejorar su sonrisa…
Vocación es amar tu trabajo, esforzarte en cada caso, como si fuera para ti, o incluso más.
Y lo más gratificante de nuestra profesión es que te sonría un paciente, y él esté satisfecho y tu también.
Feliz día del Odontológo!